Los abusos sexuales tienen efectos perjudiciales para el desarrollo psicológico, sexual, físico y social del niño o niña, ya que ponen en peligro la imagen que el niño tiene de si mismo. Un niño que es abusado siente que su cuerpo ha sufrido daños que no tienen arreglo ya que sienten que nunca más volverán a ser personas normales.
En primer lugar sienten culpa y vergüenza ya que de alguna manera sienten que han provocado el abuso en el adulto, y también porque sienten placer sexual al ser abusados ya que el cuerpo está "programado" para sentirlo a partir de determinados estímulos externos . Cuando el abuso no ha implicado violencia explícita y proviene de un padre cariñoso y cercano los sentimientos son más confusos todavía, y causan más conflicto al niño o niña.
CONSECUENCIAS DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL A LARGO PLAZO
Hay consecuencias de la vivencia que permanecen o, incluso, pueden agudizarse con el tiempo, hasta llegar a configurar patologías definidas.
Algunas de las consecuencias a largo plazo que puede vivir un niño(a) o adolescente víctima de abuso sexual:
Conductuales:
· Intentos de suicidio.
· Consumo de drogas y alcohol,
· Problemas alimenticios
· Trastorno disociativo de identidad.
· Problemas para dormir
Emocionales:
· Depresión.
· Ansiedad.
· Baja autoestima.
· Síndrome de estrés postraumático.
· Dificultad para expresar sentimientos.
Sexuales:
· Fobias sexuales.
· Disfunciones sexuales.
· Falta de satisfacción sexual o incapacidad para el orgasmo.
· Alteraciones de la motivación sexual.
· Dificultad para establecer relaciones sexuales, autovalorándose como objeto sexual.
Sociales:
· Problemas de relación interpersonal.
· Aislamiento.
· Dificultades de vinculación afectiva con los hijos.
· Mayor probabilidad de sufrir revictimización, como víctima de violencia por parte de la pareja.